Namasté, un saludo con un profundo significado
El saludo tradicional indio “Namasté” se conoce ampliamente, no sólo se practica como saludo cotidiano en India y países vecinos sino también es utilizado en yoga.
Ese sencillo y hermoso gesto en que se juntan las manos en el pecho y se inclina la cabeza, proviene del mudra Anjali, “ofrenda divina”, se utiliza como postura de serenidad, de retorno al corazón, ya sea al saludar o despedir a alguien, al iniciar o finalizar una acción. Al juntar las manos en el centro, se cree que se conectan literalmente los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro, la unión de nuestras naturalezas activa y receptiva.
La palabra Namasté proviene del sánscrito, una antigua lengua india del siglo III A.C. , se forma a partir de namaḥ, que significa «reverencia, inclinación, adoración», y el pronombre te, que significa «a ti». El sustantivo namaḥ, a su vez, es un derivado del verbo namati, que significa «(ella o él) se inclina». Así su significado literal es “me inclino ante ti”.
Sin embargo tiene un significado subyacente que trasciende el literal, representando la creencia de que hay una chispa divina dentro de cada uno de nosotros, ubicada en el centro del corazón. También implica la comprensión subyacente de que, bajo las capas externas que nos hacen parecer diferentes, estamos hechos de la misma materia. Somos manifestaciones de la misma energía cósmica, más parecidos que diferentes., reconociendo la divinidad en cada persona.
Es más exacto traducirlo como "la luz (divina) que habita en mí honra la luz (divina) que habita en ti". El dios que ilumina a la persona es el mismo que ilumina nuestra vida.
Namaste puede interpretarse ampliamente como una de las siguientes afirmaciones:
-Honro el lugar en ti donde habita el universo entero.
-Me inclino ante el lugar en ti que es amor, luz y alegría.
-Cuando tú y yo nos inclinamos somos uno.
-Mi alma reconoce la tuya.
-Honro el lugar en ti que es igual al que hay en mí.
En cualquier caso, este acto simple pero poderoso refleja los valores culturales de humildad, interconexión y unidad, fundamentales en la filosofía y la espiritualidad indias. Como símbolo cultural, Namasté trasciende fronteras y ha ganado reconocimiento y aprecio en todo el mundo por su profundo mensaje de unidad y respeto.