Viajar a India es una travesía enriquecedora hacia el corazón de una civilización apasionante y milenaria
India del Norte fue el primero de nuestros destinos con grupos, desde entonces hemos ido incontables veces.
Podemos afirmar que conocemos India muy bien, de norte a sur, y que este país-continente se ha convertido en una pasión, un amor, un vínculo profundo forjado a través de años.
India del Norte es en sí misma una fascinante región de increíble diversidad, donde sus paisajes, culturas y tradiciones son tan variados como sus múltiples y coloridos pueblos.
A lo largo de años no hemos dejado de sorprendernos y descubrir cada vez un pueblo, una historia, una región, un templo, nuevos sabores. Es que India siempre depara sorpresas y es tan vasta y diversa que un solo viaje no puede abarcarla.
India es mucho más de lo se presenta a simple vista. Como un iceberg, su verdadera riqueza y fascinación quedan mucho más profundos y ocultos, por debajo de su sorprendente superficie. Ir revelando sus profundidades supone tomar contacto con un extraño universo que nos provoca reflexión y nos abre los ojos a formas de vida completamente diferentes y únicas.
India del Norte nos regala profusión de increíbles lugares antiguos, monumentos emblemáticos y templos, donde nos adentramos en una rica y milenaria historia, tan antigua como el sánscrito.
Si hay algo que impacta en India es la espiritualidad que se respira en cada calle, es también la calidez auténtica de sus gentes, las sonrisas amables y el sincero deseo de compartir su cultura única, lo que enriquece toda esta experiencia, creando conexiones profundas y memorias que perduran en el tiempo.
Es verdaderamente difícil describir con palabras como los sentidos reviven y los sentimientos que se experimentan durante estas travesías, pero hay algo seguro: son viajes que sorprenden y derriban muchas barreras externas e internas.
Nos divertimos mientras intentamos regatear con los vendedores que nos convidan con un delicioso chai, nos embriagamos con los vibrantes colores que nos rodean, nos emocionamos y vivimos experiencias casi irreales que dejan una huella imborrable en el alma. India es lo más parecido a vivir un sueño donde cada instante cuenta.