La historia detrás del Taj Mahal
"Una lágrima detenida en la mejilla del tiempo", así habla del Taj Mahal el famoso poeta bengalí Rabindranath Tagore.
Esta obra arquitectónica de indescriptible belleza no necesita presentación, ha sido considerada una de las nuevas maravillas del mundo moderno y es Patrimonio de la Humanidad.
Lo que no todos saben es que es el lugar de eterno descanso que el emperador mogol Sha Jahan hizo construir para su amada Mumtaz, como un testimonio del amor que le profesaba.
Sha Jahan fue el quinto emperador mogol de la India, hijo de Jahangir y la princesa Bibi Bilqis Makani. Su nombre era el príncipe Khurram.
Conoció a quien sería su esposa, Arjumand, cuando ella solo tenía 14 años y fue amor a primera vista para ambos. Debió espera cinco años para la ceremonia nupcial. Khurram, quien de acuerdo a las leyes de la época, tenía otras tres esposas, fue a Arjumand a quien le dedicó toda su atención y afecto y se hicieron inseparables.
Antes de su ascenso al trono, Sha Jahan estuvo obligado al exilio. Tras unas largas luchas en el seno de su familia, depone a su padre y asesina a varios miembros varones de la familia real, entre ellos a sus hermanos para finalmente coronarse en 1628.
Sha Jahan fue el nombre elegido para sí mismo como emperador, significa "Rey del Mundo". A Arjumand Banu Begum le otorgó el nombre de Mumtaz, "la Elegida del Palacio".
En dos décadas de matrimonio con Sha Jahan, dio a luz a 14 hijos, muchos de los cuales fallecieron en la infancia. Tras varias complicaciones en el alumbramiento de una niña, Mumtaz finalmente fallece, antes de lo cual se despide de su esposo y le pide que la lleve a un lugar hermoso donde poder recordarla. Tal era el dolor del emperador que se propuso construir la más maravillosa tumba que el mundo hubiera visto jamás.
El Rauza-i-munawara, el nombre dado por el emperador a la tumba, que significa "La Tumba Luminosa", se comenzó a construir en 1632.
Sus dos arquitectos, el persa Ahmed Shah Lahwari y el veneciano Geronimo Veroneo, contrataron 37 principales artesanos y dirigieron el trabajo de más de 20,000 hombres de la India, Persia, el Imperio Otomano y Europa.
Para su construcción se desvió el curso del río Yamuna para que formara una suave curva junto al Taj.
El mármol blanco fue traído desde Makrana en Rajputana, a 400 kms de Agra a lomo de elefante; las turquesas del Tibet, el jaspe de Cambay, la malaquita de Rusia, el lapislázuli de Ceilán y la cornalina de Bagad, así como jades, mármoles negros, amatistas y cuarzos.
El mausoleo propiamente dicho es de mármol blanco y refleja los tonos según la intensidad de la luz solar o la luz de la luna. Tiene cuatro fachadas casi idénticas, cada una con un amplio arco central que se eleva a 33 metros en su vértice y esquinas inclinadas que incorporan arcos más pequeños. La majestuosa cúpula central, que alcanza una altura de 73 metros en la punta de su remate, está rodeada por cuatro cúpulas menores. La acústica dentro de la cúpula principal hace que la nota de una flauta resuene cinco veces.
El interior del mausoleo se organiza alrededor de una cámara octogonal adornada con tallas en bajo relieve y piedras semipreciosas. Ahí están los cenotafios de Mumtaz Maḥal y Shah Jahan. Esas falsas tumbas están encerradas por una pantalla de mármol de filigrana finamente labrada. Debajo de las tumbas, a nivel del suelo, se encuentran los verdaderos sarcófagos.
Flanqueando el mausoleo cerca de los bordes noroeste y noreste del jardín, respectivamente, hay dos edificios simétricamente idénticos: la mezquita, que mira hacia el este, y su jawab (casa de huéspedes) que mira hacia el oeste y proporciona un equilibrio estético. Construidas con arenisca roja contrastan en color y textura con el mármol blanco del mausoleo.
Dos características decorativas notables se repiten en todo el complejo: pietra dura y caligrafía árabe para inscribir los versos del Corán
Según la leyenda no confirmada, Shah Jahan originalmente pretendía construir otro mausoleo en la orilla opuesta del río Yamuna para albergar sus propios restos. Esa estructura debía haber sido construida de mármol negro y haber sido conectada por un puente al Taj Mahal. Sin embargo en 1658 su hijo Aurangzeb lo depone y lo encarcela en el Fuerte de Agra, donde pasaría los últimos años de su vida, en una torre octogonal llamada Musamman Burj.
La única concesión que pidió Sha Jahan fue permanecer en un lugar desde el cual ver la tumba de su amada, a lo que accedió su hijo y nuevo emperador. Durante los últimos ocho años de su vida, enfermo y encerrado en la torre, fue cuidado por su fiel y muy amada hija Jahanara, hasta su muerte a los 74 años.
Finalmente Aurangzeb decidió darle sepultura junto a Mumtaz.