El complejo de Templos de Angkor es uno de los lugares más fascinantes y misteriosos de Asia.

Este sitio arqueológico fue el epicentro de la capital del imperio jemer del siglo IX al XV, estuvo rodeado de una ciudad de casi un millón de personas y llegó a abarcar 1000 km2.

Su existencia pasó desconocida por largo tiempo, excepto para monjes y aldeanos, hasta que en 1858 un joven explorador francés, Henri Mouhot, zarpó de Londres hacia el sudeste asiático y presentó al mundo la ciudad medieval perdida de Angkor en Camboya. Sus lectores quedaron cautivados por sus vívidas descripciones de vastos templos consumidos por la jungla:

"Uno de estos templos, rival del de Salomón, y erigido por algún antiguo Miguel Ángel, podría ocupar un lugar honorable junto a nuestros edificios más bellos. Es más grandioso que cualquier cosa que nos hayan dejado Grecia o Roma", escribió.

Cuando en 1862 se estableció el régimen colonial francés, todo el sitio se convirtió en el foco de un intenso interés académico.

En la primera mitad del siglo XX, bajo los auspicios del gobierno de Francia se inició un programa integral de investigación, que produjo gran parte del conocimiento actual sobre la historia de la ciudad y el sofisticado sistema religioso y político que lo regía, llevándose adelante un arduo y minucioso programa de reconstrucción, a través del cual fueron parcialmente restaurados los  templos, embalses y canales.

Se cree que la desaparición de Angkor pudo haber sido el resultado de la degradación ambiental, por la deforestación y uso excesivo de la tierra que provocó aumento de las inundaciones y sedimentación, lo que eventualmente destruyó el vasto sistema de embalses, canales de riego y fosos, que era una de las características más notables de Angkor.

El descubrimiento de esta ciudad solo fue posible gracias al  sofisticado programa de escaneo láser aéreo LIDAR, capaz de identificando calles y edificios donde todo lo que el ojo humano puede ver son campos y bosques. Esta tecnología puede permitir descubrimientos asombrosos, especialmente de las legendarias "ciudades perdidas".

Desde 2015, la Universidad Monash de Melbourne ha estado desarrollando un modelo virtual que permite recrear en forma digital arquitectura y paisajes culturales. El video que aquí presentamos reconstruye un día en la vida de los habitantes del medieval complejo utilizando modelado, fotogrametría, escaneo, impresión 3D y realidad aumentada.